El Soleil Royal

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Construcción de un barco

La construcción de la maqueta de un barco es una experiencia única. A diferencia de otros tipos de reproducciones, requiere materiales naturales como la madera, cuyo empleo necesita de ajustes y técnicas específicas. Una típica maqueta de barco, incluso si se trata de un producto presentado presentado en una caja de montaje, no tiene nada que ver con un kit de plástico: cada pieza tiene que adaptarse y, por así decirlo, modelarse antes de colocarla. La construcción es progresiva, evoluciona poco a poco, pasando de una fase a la siguiente, y cada etapa exige una experiencia y un saber hacer diferentes.
Quien aborda por primera vez esta afición quizá tendrá, al principio, dificultades para comprender cómo es posible completar una reproducción majestuosa (impresionante y fiel hasta el último detalle a una gran nave, dotada de todos sus mástiles, velas, cañones y equipamiento) a partir de un montón de piezas contrachapadas sueltas. Sin embargo, conseguirlo está al alcance de todo el mundo, incluidos quienes no son particularmente hábiles en los trabajos manuales. No obstante, es evidente que la experiencia facilita mucho el trabajo. Durante la construcción de una maqueta naval de madera, sea la que sea, se pasa inevitablemente por fases delicadas y momentos críticos: algunos son inevitables, otros exclusivos de un determinado tipo de maqueta. Pero todos estos problemas ya los han encontrado y solucionado modelistas que más allá de sus conocimientos individuales han aplicado simplemente técnicas y métodos nacidos de su experiencia.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Colocación y calafateado del puente del bauprés



Cubrimos la cubierta del bauprés; con tracas de sapeli de 0´5 x 5 mm. Cortamos cuatro de estas tracas en pedazos lo suficientemente largos como para cubrir la cubierta del modo que muestra la fotografía. A continuación, trazamos con un lápiz una linea que divida de modo longitudinal la cubierta del bauprés en dos partes iguales. Tal como hicimos en las otras cubiertas, comenzamos a pegar las tracas alineando la primera con el trazo que hemos hecho con el lápiz.


Una vez cubierta esta mitad, cortamos con un cúter los excedentes de las planchas siguiendo el contorno de las piezas. Para facilitar el corte, verificamos que las planchas se adhieren perfectamente, especialmente a la altura del contorno de la cubierta.


 Una vez cubierta esta mitad descubrimos la abertura del bauprés.


Cubrimos la otra mitad de la cubierta del mismo modo y cortamos los excedentes de las planchas a todo lo largo del perímetro de la cubierta. Con una lija de grano muy fino, repasamos el reborde de la cubierta en el sentido de las vetas de la plancha.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La quilla

La quilla constituye el principal elemento longitudinal estructural del casco. Posicionada en el centro de la carena (la parte sumergida del casco), ocupa totalmente su longitud, desde el codaste hasta la proa.
La quilla propiamente dicha se construía con piezas moldeadas y extraídas de troncos seleccionados, con una sección de 40-50 cm. Para obtener una quilla con la longitud deseada, las piezas se unían mediante un sistema de encajes que permitía obtener un conjunto resistente y robusto.
Se agregaban a la quilla otros elementos: debajo se colocaba una falsa quilla o sobre quilla, que se prolongaba a lo largo de toda ella. La falsa quilla cumplía funciones de protección y se componía de elementos relativamente estrechos, unidos entre sí a través de fijaciones escalonadas a lo largo de la quilla.
La quilla también servía de soporte a las cuadernas, los elementos estructurales transversales. En el sistema de construcción utilizado en los astilleros continentales, los encajes para las cuadernas se hacían directamente sobre la cara superior de la quilla, mientras que en el sistema inglés se prefería construir un elemento específico, el espaldar, en el cual se construían los encajes. el espaldar quedaba acoplado a la parte superior de la quilla, y se tomaba la precaución de disponer de modo asimétrico las líneas de unión. La imagen 16 muestra los distintos elementos de una quilla realizada según el sistema inglés.
Finalmente, sobre la quilla (o el espaldón, en los buques ingleses) se posicionaba la sobrequilla. También se componía de varias piezas y servía de elemento de cierre de las cuadernas: gracias a los encajes situados en la cara superior de la sobrequilla, las cuadernas se conservaban y se mantenían firmemente en su posición.



Imagen 16

Las uniones de la quilla

Dada la imposibilidad de obtener troncos de árbol con una longitud superior a 6-8 metros, era indispensable adoptar un sistema de fijación entre cada viga que ofreciera la máxima fiabilidad, sobre todo en el caso de de las estructuras, como la quilla y la sobrequilla, cuya resistencia era de vital importancia para la integridad del buque.
En la construcción naval de la época que estamos examinando, el tipo de juntas más común era la llamada "junta con empalme", que consistía en la superposición de las piezas de las secciones de unión, oportunamente moldeadas en ángulo. El procesamiento de los planes de trabajo era bastante variado y permitía obtener juntas de diversos tipos: en algunos casos, la junta se unía mediante la superposición de dos planos (empalme simple); en otros, las cabezas eran trabajadas con más planos de unión y, en ocasiones, se les agregaban otros elementos (empalme complejo).
La parte superior de la Imagen 17 muestra algunos ejemplos de empalmes utilizados en los astilleros navales desde la segunda mitad del siglo XVI hasta principios del siglo XVIII.
Cabe mencionar que incluso las cabezas de las secciones que se unían con los empalmes podían ir superpuestas (arriba-abajo) o colocadas de lado (derecha-izquierda): en el sistema inglés, por ejemplo, las piezas de la quilla estaban ligadas entre sí (emparejadas) con una junta lateral (ver Imagen 16).
Las juntas de la falsa quilla se disponían de modo que, en caso de impacto contra el fondo, los daños se limitaran a los elementos directamente afectados por la colisión. La parte inferior de la Imagen 17 muestra lo que ocurría en una situación de este tipo: se aprecian que, a pesar del impacto, las secciones que quedan detrás de aquellas que colisionan con el fondo mantienen su posición.


Imagen 17

El alefriz

A lo largo de cada lado de la quilla discurría una incisión de secciones variables, denominada alefriz. Su realización era una de las operaciones más delicadas de la construcción de un buque, de modo que correspondía al maestro carpintero naval llevarla a cabo.
Habitualmente utilizaba para este fin instrumentos construidos por él mismo o que pasaban de maestro a maestro, de generación en generación. El alefriz desempañaba la función fundamental de servir de encaje para la primera tabla del forro, en la etapa inicial de construcción del casco (es decir, las planchas que componían el revestimiento externo del casco), que quedaba en contacto con la quilla. La mayor dificultad en la ejecución del alefriz se debía tanto al hecho de que este tenía que ser totalmente idéntico en ambos lados de la quilla, como a que era imprescindible que poseyera una sección variable. Efectivamente, para el alefriz era necesario tener en cuenta que el tablado se debía apoyar en las cuadernas, cuyo ángulo variaba de acuerdo con la posición en que se encontraban: en el centro del buque (figura A del Dibujo VI), en la dirección de la proa (figura B) o en la dirección de la popa (figura C). En otras palabras, el encaje del alefriz se tenía que adaptar a fin de permitir posicionar el tablado en ángulos diversos, dependiendo de la sección del casco en cuestión (combés del buque, proa o popa).


Dibujo VI

martes, 22 de septiembre de 2015

Construcción y colocación de los baos el mamparo de proa y cubierta del puente del castillo



Recuperamos un trozo de listón de ramin de 5 x 5 mm sobrantes de trabajos anteriores. Con ellos vamos a construir los baos superiores para la cuaderna 4: colocamos el listón sobre las entalladuras de la cuaderna como se ve en la fotografía. Con un lápiz marcamos la longitud en el listón. A continuación, con una sierra, cortamos el listón a esa medida, verificamos si el bao encaja bien. Lo retiramos y ponemos pegamento en los puntos de contacto. Pegamos los baos y los dejamos secar.


Con un cúter, cortamos las piezas del soporte 1: puente del bauprés y mamparo de proa. A continuación, lo lijamos con una lija de grano fino.


Siempre con el cúter´cortamos los listones de sapeli necesarios para cubrir el mamparo de proa (pieza A del soporte 1). Trazamos con el lápiz una línea en el centro del mamparo de proa que lo divida en dos partes iguales. Cubrimos el mamparo con pegamento de contacto, partiendo del centro y yendo hacia los extremos.



Le damos la vuelta al mamparo y, con el cúter, cortamos los exceso de los cuatro costados. Con un taco lijador, alisamos los cantos del mamparo para eliminar eventuales irregularidades. Con papel de lija de grano muy fino, alisamos la superficie mediante movimientos en el sentido de las vetas de la madera. A continuación ponemos pegamento en los bordes de la cuaderna 4, pegamos el mamparo a la cuaderna y presionamos para esparcir el pegamento y ajustar correctamente el mamparo. El mamparo debe asentarse en su totalidad sobre el puente. A continuación, inmovilizamos el conjunto con unas pinzas sargento, y dejamos el conjunto en esa posición hasta que el pegamento se seque y después retiramos las pinzas.


Lijamos las piezas de madera para eliminar las imperfecciones y mejorar su adherencia. Con un lápiz y una regla, trazamos una línea longitudinal que divida el puente del castillo (pieza Nº 1) en dos mitades simétricas. Cortamos y oscurecemos los rebordes de los listones(como hicimos anteriormente). Cubrimos el puente con el primer listón a lo largo de la línea central marcada con el lápiz, como muestra la fotografía.


Seguimos cubriendo el puente hasta terminarlo. A continuación lo giramos y cortamos los excedentes de los listones. La forma del puente debe ser idéntica a la de la fotografía. Reabrimos el orificio central del puente.


Colocamos el puente en su lugar sobre las cuadernas y la ajustamos para que quede en su posición definitiva. Importante debe asentarse correctamente sobre las cuadernas. De no suceder así, es conveniente aplicar cola de contacto. 
 

lunes, 21 de septiembre de 2015

Armazón del buque (estructuras y uniones)

En ocasione, la arquitectura naval presenta algunas afinidades con la anatomía: es el caso del armazón, que cumple la misma función en un buque que el esqueleto humano. De hecho, el armazón asume la función indispensable de sustentar la estructura del buque; sin él, el casco no tendría la rigidez necesaria para sostenerse ni para soportar las torsiones. La parte longitudinal del armazón (la quilla) es extremadamente delicada e importante: cualquier error de cálculo o de ejecución tendría consecuencias muy graves e irreparables para la integridad del buque.

Composición de proa a popa

El armazón longitudinal comprende el complejo de la quilla, es decir, el conjunto estructural de la popa (codaste y otras piezas) y el de la proa (roda y componentes anexos). En el dibujo IV se ilustra la quilla completa de un buque en construcción.
La imagen 14 muestra dos quillas completas: una entera (arriba) y otra (abajo) en la que se detallan los elementos que la componen. Ambas muestran el sistema inglés de construcción, con las cuadernas (que cruzan la quilla de lado a lado) que se cierran mucho antes del extremo de la proa y de la popa, y los elementos de la contrarroda y del contracodaste. Tal como sucede en la espina dorsal humana, el armazón se compone de muchos elementos más pequeños que se deben entrelazar de modo seguro y resistente. Además de las piezas que forman la quilla, las juntas también son relevantes en el conjunto de proa y de popa; por este motivo, se proyectaron y se adoptaron deversos sistemas específicos para este fin.


Dibujo IV


Imagen 14

Unión de la roda de proa

Uno de los puntos de conexión más delicados es el une la quilla con la roda. La proa tiene una estructura extremadamente compleja y articulada; debe ser muy robusta, dado que es la zona del buque que más sufre la embestida de las olas y, a su vez, debe poseer una forma que le permita cortar el mar con eficacia. La parte superior de la Imagen 15 muestra en detalle algunos componentes de la proa unidos a las secciones de la parte delantera de la quilla. Se puede verificar cómo algunas estructuras (en el caso ilustrado, la roda y el pie de roda), para obtener la máxima robustez, pueden incorporar un elemento de unión y refuerzo en forma de U. En la misma imagen, abajo, se ilustra la unión entre el extremo delantero y la quilla y la primera sección de la roda.
Este tipo de unión se denomina ensambladura, porque los planos de encaje son más de uno de modo que las uniones resultan mucho mas sólidas y capaces de soportar fuerzas provenientes de varias direcciones. La unión se reforzaba aún más con espigones de metal y de madera (clavijas).



Imagen 15

Unión de la quilla en la popa

En la zona de popa (extremo posterior de la quilla) se sitúa la conexión entre la quilla y el codaste. Este elemento se coloca perpendicularmente a la quilla, donde se asienta la estructura de la popa y, por fuera del codaste, se apoya el timón. Por esta razón se trata de un elemento de vital importancia, y su conexión con la quilla debe ser particularmente sólida. debido al ángulo existente entre la quilla y el codaste, no es posible utilizar el mismo tipo de unión usado en la proa; se emplea el sistema denominado "mallete", con uno hembra ajustado en la quilla y uno macho, en el extremo inferior de la quilla de proa (ver Dibujo V), encajados el uno en el otro.


Dibujo V

sábado, 19 de septiembre de 2015

Colocación del bao, del mamparo y la cubierta superior de la popa


Con un listón de Ramín de 5 x 5 mm. Construimos y pegamos el bao superior de la última cuaderna, como muestra la fotografía.


Pegamos el mamparo C en la cuaderna de modo que se apoye en la cubierta. Inmovilizamos el conjunto con pinzas sargentos hasta que se seque por completo.


Recuperamos los listones de Ramín sobrantes de trabajos anteriores y la cubierta superior de la popa. Cubrimos la cubierta como hicimos con las anteriores.


Damos la vuelta a la cubierta. con un cúter, cortamos los excedentes de los listones. A continuación simulamos los clavos con un lápiz. La cubierta debe quedar como muestra la fotografía.


Verificamos que la cubierta superior de la popa encaja perfectamente en las cuadernas 11 y 12. Ponemos pegamento en las superficie marcadas por el trazo, a continuación apoyamos la cubierta y la encajamos. Asegúrate de que los salientes de las cuadernas están perfectamente acoplados a las aperturas laterales de la cubierta.

Colocación de los soportes y refuerzos de popa



En esta plancha vienen troquelado los soportes y refuerzos de popa, los numeramos con letras para identificarlos mejor.


Con la ayuda de un cúter, retiramos todos los elementos de soportes y refuerzos de la plancha. utilizamos una lija de grano fino para alisar cuidadosamente todas las superficies.


Ponemos pegamento en todas las letras marcadas con una letra A y las insertamos en las respectivas aperturas de la parte inferior de la cuaderna 12, como muestra la fotografía


 
Tomamos las dos piezas marcadas con la letra B. Estas también poseen un elemento prominente, útil para su correcta inserción. Las colocamos en las aperturas de la parte superior de la cuaderna Nº 12.


Ponemos pegamento en las dos piezas. Colocamos una a cada lado de la falsa quilla, en el espacio entre las cuadernas 11 y 12.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Equipamiento de un astillero y primeras fases de creación de un buque

La primera sección que se montaba en el astillero era la quilla (la parte más importante de la estructura principal), compuesta por un número variable de elementos. Para prepararla, se empezaba por posicionar separadamente sobre bloques de soporte un madero que luego se alineaba y se fijaba al siguiente. Esta fase de trabajo no exigía el uso de equipamientos específicos en el astillero; de hecho, cualquier componente de la quilla se podía elevar mediante la fuerza de los brazos y con el auxilio del plano inclinado y de grúas.

Dispositivos de elevación

Para elevar y colocar las piezas más pesadas del esqueleto del buque, como la roda (elemento colocado delante de la quilla y con un peso superior a las tres toneladas), era necesario el uso de grúas, que se montaban cuando el muelle estaba listo.
En los astilleros navales eran muy comunes las plumas de carga simple, es decir, con un único poste (ver imagen 12), o con dos.
La cabria era un tipo de grúa que se usaba habitualmente en la construcción de los buques de grandes dimensiones. Estaba constituida por dos troncos de conífera (bordones), dispuestos en tijera, con una altura de veinte metros y una base de un metro de diámetro aproximadamente, unidos en el extremo superior por una amarradura llamada "botón a la portuguesa". Los extremos inferiores de los dos troncos distaban uno del otro cinco o seis metros y se mantenían estables a través de una fijación, la barra de través; los extremos inferiores poseían unos elementos de apoyo, las soleras, que se deslizaban por un canal especial.
Las cabrias, dispuestas a ambos lados del buque en construcción, se fijaban en el suelo con los vientos (cabos tensores), que mantenían las grúas bien ancladas en el terreno, juntas o separadas.
Posteriormente, se fijaba el aparato de izar en las cabrias; en el botón a la portuguesa se colocaba una roldana (sencilla o doble), y de ahí salía la polea.
Un cabo posterior, el amantillo, servía para regular la inclinación de la grúa.
Además de las cabrias, los astilleros podían tener otras máquinas de elevación, como un simple trípode con una polea en la parte superior. Las cabrias podían ser de diversos tipos, como la que se muestra en la ilustración de la derecha en la imagen 12, la cual se destinaba habitualmente a las instalaciones fijas.


Imagen 12

Posicionamiento de la roda

Después de configurar el conjunto de las grúas, se colocaba en el suelo, a lo largo de la quilla, la roda. A continuación se fijaban dos grandes poleas que debían  corresponder al centro de la gravedad del buque, y dos más en la dirección de la proa del buque.
La roda se izaba por estas poleas con un cabo al cual, eventualmente, se añadían otros de retención, que bajaban hasta el punto de conexión con el extremo anterior de la quilla. Finalmente, se unía provisionalmente la roda a la quilla con estacas. Este conjunto se inmobilizaba con soportes clavados oblicuamente al suelo, las escoras, posicionadas en la parte lateral y en el borde anterior de la estructura de la proa (ver imagen 13).


Imagen 13

Posicionamiento del panel de popa
(parte anterior de la popa del buque)

Los elementos que constituyen el panel de popa, es decir, el conjunto del codaste de la popa y de toda el área de la popa, se debían instalar en la parte posterior de la quilla.
En las proximidades del astillero, se trabajaban y reunían los elementos y, dado que su peso superaba las quince toneladas en los buques de mayor porte, tenían que colocarse con la ayuda de poleas, después de ser debidamente reforzados con fijaciones provisionales para evitar el riesgo de rupturas o deformaciones durante el desplazamiento. Cuando estaban próximos a la dársena, se posaba esta estructura en tierra, en el plano y alineada con la quilla. A continuación, se la izaba por medio de las cabrias de carga especiales en la zona de unión con la quilla, la cual quedaba ligada por un encaje especial.
Para elevar la estructura, se utilizaban dos cabrias en cada lado, ligadas al extremo superior del codaste de la popa; a continuación, este se bajaba hasta el punto de conexión de la quilla. Debido a la complejidad de esta estructura y a su considerable peso, resultaba particularmente delicado colocarla en su lugar. Una vez que se unían la quilla, la contraquilla y el codaste, el conjunto era soportado por una docena de escoras.
Después de la colocación de la quilla y de su conexión con la roda y con la popa, la construcción proseguía con las cuadernas que, en su conjunto (el esqueleto del buque), quedaban instaladas y posicionadas procediendo simultáneamente a su colocación desde la proa y desde la popa. Finalmente, una vez fijados a la quilla, los elementos individuales de las cuadernas eran soportados por escoras.

Dispositivos de apoyo: las escoras

Mientras se avanzaba en la construcción, los diversos elementos eran mantenidos en su posición mediante escoras de madera.
Los extremos de las escoras quedaban bloqueados en la estructura de apoyo mediante vigas de roble fijadas con tres clavos. Las cabezas de las escoras se cortaban al biés, de modo que se adaptaran a la superficie de la pieza de apoyo. El borde del pico se seccionaba de manera que se adaptara a las vigas. El extremo inferior de las escoras quedaba sobre una zapata, fija en el muelle. En la zapata, detrás del pie de la escora, se fijaba otra viga, que permitía la inserción de otras cuñas, y posibilitaba los pequeños ajustes necesarios en el momento en que se colocaban las piezas de la estructura (ver Imagen 13).

Colocación de los baos el mamparo y la cubierta del castillo de popa


Recuperamos un listón de 5 x 5 mm sobrantes de trabajos anteriores. lo cortamos a la medida correcta para fabricar los baos que debemos pegar a las cuadernas indicadas en la fotografía.



Pegamos el mamparo B en la cuaderna de modo que se apoye en la cubierta. inmovilizamos el conjunto con pinzas sargento hasta que se seque por completo.


Reunimos los listones de madera que sobraron de trabajos anteriores. Cortamos trozos a 65 mm de largo y marcamos los cantos con un lápiz. Cogemos la cubierta del castillo de popa y la dividimos en dos partes iguales con una línea longitudinal y comenzamos a colocar los pedazos que hemos cortado, como hicimos con las demás cubiertas.


Una vez revestida la cubierta, la invertimos y cortamos los sobrantes de los listones. Debe quedar como se muestra en la fotografía del paso siguiente.


Con un taco lijador, alisamos el contorno de la cubierta hasta que los cantos estén igualados.


A continuación, simulamos los clavos con puntos hechos a lápiz en cada uno de los extremos de las líneas transversales, como muestra la fotografía.


Colocamos pegamento en las zonas de contacto con las cuadernas y los baos; fijamos la cubierta del castillo de popa en la posición indicada en la fotografía. Asegúrate de que la parte trasera de la cubierta encaja bien entre los salientes de la cuaderna anterior y que la parte delantera reposa sobre el mamparo.